El viernes por la noche fuimos de cena con un grupo de españoles, que al parecer se reúnen todos los meses, y con los que entré en contacto por Domingo. Lo pasamos muy bien, cómo no fuimos los más ruidosos del restaurante, y acabamos a las tantas (Rana y yo nos fuimos a casa, los demás siguieron la fiesta).
El sábado nos lo tomamos con calma, en casa viendo películas y con el ordenador. Se nota que nos falta energía, supongo que porque cuesta eso de no tener a nadie aquí ni mucho que hacer.
Ayer sí que salimos, fuimos por segundo día al centro, con intención de pasear y de ir viendo cómo es la ciudad, también de cara a ver zonas para alquilar pisos. Vimos chavales con bufandas del equipo de fútbol local, jugaban ayer aquí por lo que parece. Estábamos en un parque al lado del río y vimos un montón de policías con uniformes antidisturbios, no sabíamos por qué. Luego vimos que llegaba un barco cargado de gente cantando: hinchas del equipo visitante. Parecían pasárselo bien. Y de repente, alrededor nuestro empiezan a pasar chavales del equipo local, algunos cubriéndose la cara, y cantando y gritando. O sea: se avecinaba una batalla entre aficionados, con policía y todo, y nosotros allí en el medio. Nos fuimos y seguimos paseando.
Hoy hemos ido al banco por fin, a abrir una cuenta. De nuevo, un sistema diferente: aquí pagamos una cuota cada tres meses por tener la cuenta, una tarjeta de débito, una VISA, acceso por internet, etc. En otro banco que miramos, te cobran prácticamente por cada cosa que hagas. Total, que nadie te quita gastarte un dinerillo regularmente. Ahora sólo falta que me paguen, he escrito a una de las dos secretarias preguntando por eso y no me han dicho nada todavía.
Mi jefe viene el lunes que viene según me ha dicho, así que tengo todavía una semana más de tranquilidad en el curro.
lunes, 6 de agosto de 2007
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