Como hacer ejercicio en invierno se hace cuesta arriba, y dentro de no mucho empezaré un curso de alemán por la tarde que no me dejará ir al partido semanal de fútbol, hemos comprado una máquina elíptica que estaba de oferta. Y también hemos aprovechado para comprar una báscula que estaba barata; cuando la he visto en casa, mis ojos han seguido moviéndose hasta llegar al rollo de grasa que me rodea. A nadie le gusta que certifiquen digital y oficialmente que está gordo...
Cuando la he probado (con quitada de zapatos, vaciado de bolsillos, y a punto de quitarme hasta las gafas para reducir lastre), el resultado ha sido inesperado... en lugar de los 80 kilos o más que me temía, ¡este maravilloso aparato ha decidido quedarse en los 74.3! Es el peso más bajo que recuerdo haber tenido desde aquella épica hazaña, hace tres años o así en Santander, de perder 25 kilos en seis meses (sólo a base de bailar).
Así que si pierdo unos cinco kilillos de nada, estaré en forma como no lo he estado en muchísimo tiempo. Claro que es imposible hacerlo antes de navidad, y seguro que en casa y en fiestas sera todo lo contrario, pero siempre se puede soñar...
(PD: tras la cena, he probado otra vez por curiosidad, y me he puesto en 74.8 kilos. ¿De verdad me habré comido medio kilo de cena? A lo mejor es lo normal, pero me suena a mucho, me viene a la mente la imagen de Obelix zampándose un jabalí.)
jueves, 29 de noviembre de 2007
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