En teoría, íbamos a hablar en la reunión de la asociación española que queremos montar aquí en Linz, para poder organizar actividades, pedir ayudas, etc. Pero claro, si ya era en un bar donde quedábamos...
Al final, muchos se fueron a casa, otros siguieron la juerga en distintos garitos, y yo me quedé charlando con Mariano, un tipo al que conocí en mi curso de alemán. Resulta que el tipo es todo un trotamundos, se ha recorrido montones de países trabajando en lo que salía y dando vueltas en bicicleta o como saliera la cosa. Y ahora está en Linz de Erasmus nada menos. Un tipo entrañable con una visión sencilla de las cosas, que no es poco en estos tiempos. Nos quedamos hablando de lo humano y lo divino hasta las cinco de la mañana.
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