jueves, 6 de diciembre de 2007

Chávez y el referéndum en Venezuela

Me dice mi mujer que por qué critico tanto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, si yo mismo admito que el tipo está haciendo cosas buenas. Y así lo creo, así que voy a contar lo que creo que ha hecho bien. Claro, yo no soy de allí, ni he visitado el país, así que igual me equivoco mucho, pero mientras no tenga más información esto es lo que hay:

Según tengo entendido, desde el principio de su primer mandato en 1999 creó programas de educación de la población y otras mejoras sociales, que han hecho que casi todos los venezolanos sepan leer, escribir y demás. Promovió la distribución de poder, de manera que haya más órganos locales. Por supuesto, siguiendo su ideología socialista, nacionalizó los hidrocarburos, la mayor fuente de ingresos del país (es el quinto exportador de crudo del mundo), y ha usado estos recursos para mejorar la vida de los ciudadanos más pobres de su país. Así que su popularidad en Venezuela está justificada. También es cierto que muchos venezolanos le encuentran demasiado radical y populista; a estos se unen los más ricos del país, otros que prefieren el modelo capitalista por otras razones, y aquellos que sólo buscan el poder (vamos, en todas partes cuecen habas).

Pero hay más: Venezuela ha anunciado que se retira del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Yo antes pensaba que estos organismos están a la altura de las Naciones Unidas, prestando dinero a países en desarrollo y eso. Pero no todo es tan bonito: han dado apoyo financiero a muchas dictaduras militares en las últimas décadas, y se les suele criticar porque los países que les deben dinero ven su economía ahogada (en algunos casos, un país puede gastar anualmente una gran parte de su producto interior bruto en pagar sólo intereses de su deuda). Estos efectos se notan en particular en Latinoamérica, donde las dictaduras de los años setenta apoyadas por Estados Unidos dejaron a muchos países con grandes deudas (aquí hay una lista con datos sobre el tema). Esa lucha con el sistema capitalista tiene mucho que ver con el rencor que le tiene el gobierno estadounidense (y no sólo el gobierno, hasta un telepredicador de allí dijo que igual no estaba mal asesinarle).

La idea de Chávez es muy sugerente: crear un Banco del Sur, donde países latinoamericanos puedan sustentar sus economías sin tener que obedecer las reglas del FMI o del BM, que suelen estrangular sus economías. De hecho, varios países han recibido ya préstamos que les permiten sanear sus cuentas y ser menos dependientes de estos organismos. Está por ver que sea tanto como se espera, pero es un paso en una buena dirección.

La última jugada de Chávez ha sido un referéndum para hacer muchas reformas a la constitución venezolana. Algunas de ellas me parecen muy razonables, como prohibir privatizaciones y dar más poder a organismos comunales. Otras, como introducir la posibilidad de extender su mandato (que termina en 2013 sin posibilidad de reelección), no tienen mucho sentido: entiendo que quiera tener el poder, tanto si sólo busca eso como si quiere realmente poder hacer algo bueno durante tanto tiempo como pueda. Al fin y al cabo, cuando hicieron el golpe de estado en el 2002, el nuevo presidente tardó sólo un día en cargarse el aparato de estado. Pero eso no justifica cambiar las reglas del juego en ningún caso.

Chávez está pecando de impaciencia: quiere hacer mucho, la situación internacional es muy difícil, y debido a eso intenta utilizar las mismas armas que sus enemigos: un gobierno de corte populista como el de Fidel Castro, limitaciones a las libertades de expresión, etcétera. No puedo decir que no lo entienda, pero siempre me resisto a pensar que no se pueden hacer las cosas de otra manera, y no creo en eso de que el fin justifica los medios. Así que eso de ir a la Asamblea de la ONU a llamar "diablo" a George W. Bush (en Youtube), eso de insultar a Aznar en la Cumbre Iberoamericana (ya lo comenté) y encima amenazar a las empresas españolas con persecuciones... está todo de sobra.


En resumen, el objetivo es bueno pero los métodos no. Cuando Chávez ya no esté, su proyecto sólo podrá continuar si las bases sobre las que se asienta son moralmente correctas, y eso no pasará si utiliza tácticas "baratas" para intentar conseguir sus fines.

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