Desde que llegué a Linz, casi todas las semanas he jugado al fútbol. Al principio con gente del RICAM, en un lago cerca de la universidad, con verde césped donde caer con gracia. El caso es que desde el principio se juntaron mis carencias futbolísticas (soy todo un paquete) con las actitudes poco amigables de los otros (dejar de pasarme la pelota por malo, jugar a lo bruto); el fútbol de los miércoles no era plato de buen gusto que digamos. Personalmente, me parece que los austriacos en general tienen un problema de actitud... En invierno empeoró la cosa, pues encima había que jugar a cubierto, pagando nada menos que 9 euros por cabeza. En fin, se ejercitaba más mi paciencia que mi cuerpo serrano.
Hace tres meses me apunté a fútbol en la uni, donde los humos serían mejores, los chavales (estudiantes) más majos y, siendo en el mismo horario que los del RICAM, ni me plantearía volver. Pero no, resulta que los chavales son grandes y fuertes, y dan patadas y entran con el hombro y se defienden con los codos. Y hablan alemán, cosa buena, porque lo único de lo que saben hablar es de fútbol (como no hablo mucho ni me interesa hablar de fútbol, todo el mundo pasa de mí). Hoy me preguntó uno de donde era, cuando le dije España empezó a hablar del europeo de fútbol en alemán con los demás. Yo, mejor así.
Pero sigo yendo a jugar, porque quiero fortalecer otras cosas que no son los músculos. Siempre he sido de los que se callaban y se cabreaban cuando les hacían alguna faena, y eso no estaría mal si no fuera porque mi cabeza tiene como pasatiempo favorito revivir los momentos más ignominiosos, cambiando detalles para acabar saliendo yo ganador, cosa que suena bien pero no es nada buena para la presión arterial. Y así me pasa todos los miércoles. Un día, porque me quedo en el banquillo más que los demás de mi equipo, a los que por supuesto les importa una mierda con tal de jugar ellos (todos son iguales, no importa con quién juegue cada día). Otro día, me dan un par de empujones y me tiro el resto del tiempo intentando decidir si debería hacer lo mismo al culpable, o a todos, o aguantarme, o decirle algo... el resultado suele ser siempre el mismo: los miércoles por la noche duermo mal porque me la paso ganando las peleas dialécticas (y a veces físicas) con las que mi cerebro tiene a bien entretenerme.
Pero voy aprendiendo. Un día, por romper la rutina, el resto de mi equipo me preguntó si me ponía de portero (claro, nadie quiere) y me salió decir que no. Se quedaron un poco pillados, le tocó a uno de ellos ponerse de portero (el menos pícaro, o el más tonto). Al rato me cambié con él... cuando yo quise.
Hoy un tipo que en general no me cae mal me dio un par de pataditas jugando y no dijo ni mu... me cabreé y empecé a romperme la cabeza sobre qué hacer. Acabé decidiendo pagarle con la misma moneda, pero como no soy ducho en patadas de alguna manera le hice algo de daño en la rodilla. No me amilané: me miró, le miré, no pedí disculpas. Pensé que me la iba a jurar, pero no. El caso es que luego pensé que había hecho mal, así que me fui a él en un descanso y le pedí perdón. Él empezó a decirme que es difícil jugar limpio, pero que es lo que hay que hacer... le solté que sí debía de ser difícil, porque él me había dado dos patadas hoy. En fin, lo dejamos amigablemente ahí. Y hoy volviendo con la bici, de nuevo teatro imaginario: pero esta vez, aprovechando el paseo en la naturaleza, fui analizando, pensando con calma, entendiendo, sobre todo sintiendo... e hice una buena limpieza interna. No descarto pelearme virtualmente con el pavo unos cientos de veces más en lo que queda de semana, pero se confirma de nuevo: querer es poder, y el que la sigue la consigue.
En un par de semanas se acaba el fútbol en la uni, y vuelvo a jugar con los de siempre. Les tengo unas ganas... ommm... ommm...
miércoles, 14 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
David!!!, veo que al final te has animado a participar en juegos de "equipo".... bien bien... :)
Pero denoto un cierto aire "tenso" en tus comentarios.... y lo que más me soprende ,son tus "acciones".... como es eso de dar patadas por doquier? a mansalva?, a tutiplen?.. David David..... me recuerdas a Thomas Jane en "The Punisher".... :D
Que tendrá el aire Austriaco que ha cambiado por completo a nuestro querido David.... :)
P.D: si lo que hechas de menos es un "caneo" ya sabes "te reto....".... :D
David, David,....
Hay que ver la buena pinta que tiene tu actividad deportiva de los miércoles.
Me dan ganas de apuntarme contigo para pasarlo igual de bien, con compañeros super agradables, simpaticos, que me tendrán en cuenta, ......
De todas formas estoy segura de que hay truco, de que lo haces como parte de un experimento sociológico ....
De no ser así, no lo entiendo...
:-)
Me parece muy original y sutil tu post de hoy, empezando por el título.
No se si es la mejor manera de evitar rumiar aquellas situaciones de las que no has salido satisfecho, pero desde luego, tu disposición y falta de temor para ello son un buen aval.
Entiendo muy bien a qué te refieres con tus discusiiones virtuales. Quizás se pierde demasiado tiempo (8-10 minutos...), pero en el fondo es una forma de aclararse las ideas, así que no me parece mal intento. Ánimo.
Me ha gustado mucho este post.
Si sirve de algo, yo atestiguo que eres un hombre pacifico.
¡Qué tío más majete! Me he reído mucho con esta entrada. Al final lamentarás no haber aceptado mis invitaciones a jugar al fútbol a las siete de la mañana en Móstoles cuando tuviste la oportunidad...
Jaime
Este Jaime... la de veces que habré llamado al timbre de tu casa de camino a Móstoles y no te has molestado ni en despertarte...
;)
Publicar un comentario