Juer, con lo fácil que era... tanto científico por aquí y por allá, tanto powerpoint, y la solución la han tenido siempre los políticos españoles: si se sabe que los árboles absorben el CO2, ¿por qué no plantar un montón de ellos? ¿Un verdadero MONTÓN?
Zapatero ha prometido plantar un árbol por cada ciudadano en cuatro años, es decir, 45 millones de árboles. ¿Quién lo va a hacer? ¿Planta cada uno el suyo? Yo vivo en Austria, ¿se ofrece alguien a plantarme uno? (No vale plantar un pino en mi nombre). Ahora en serio, ¿es posible hacer tal cosa? ¿Y no sería mejor hacer otras más eficaces como limitar el uso de coches (subir impuestos, poner leyes que exijan coches poco contaminantes, promover el transporte público, luchar contra eso de un viajero por coche...) por poner un simple ejemplo? Claro, que si prometes que vas a hacer eso, no te vota nadie. Siempre queda la esperanza de que hagan cosas así después de haber ganado (viva la democracia).
Y el PP también promete: Rajoy ha prometido plantar 500 millones de árboles. ¿Para qué prometer sólo tres o cuatro millones más que el otro? ¡Cuanto más mejor! Esto sí que solucionaría muchos problemas: teniendo que plantar el equivalente al parque del Retiro cada hora durante cuatro años, no iba a quedar un solo parado en todo el país. Y problemas de vivienda tampoco, porque como esos árboles cubrirían el 8% del territorio nacional, casi todos los jóvenes acabarían como Tarzán. Acabaremos plantando árboles hasta en el islote de Perejil, al final va a haber valido la pena pelearse con Marruecos. Y, a todo esto, ¿para qué plantar árboles nuevos, que tardan un huevo en crecer? ¿Por qué no les compramos los árboles a Brasil, que el Amazonas es inmenso?
Seguro que esta vez ha sido el primo jardinero de Rajoy. O se habrá inspirado en aquella vez que Aznar se tiró el pisto con Bush.
Niños, no os creáis ni una palabra de nada hasta que pase el 9 de Marzo.
viernes, 15 de febrero de 2008
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