La semana pasada nos fuimos todos los de la oficina, junto con un grupo de la Universidad de Viena, a pasar dos días juntos para contarnos unos a otros qué estamos investigando. Nos fuimos a un pueblo que se llama Spitz, en la región de Wachau, un sitio tranquilo y bonito. La cosa no estuvo mal científicamente hablando, fue entretenido ver qué hace otra gente (menos los compañeros del RICAM, que ya nos conocemos entre nosotros).
La región es conocida por sus albaricoques, con los que hacen un plato que consiste en una bola de masa (a veces hecha con miga de pan, otras veces con puré a patata) y que lleva un albaricoque entero dentro. De hecho, en Austria hay costumbre a veces de comer platos dulces, así que no era raro pedir tres o cuatro bolas y ya está.
Y un segundo viaje es el que se avecina: voy a Madrid a la Olimpiada Internacional de Matemáticas, a echar una mano, y así aprovecho a ver a la familia y amigos. Ya contaré algo desde allí.
martes, 8 de julio de 2008
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1 comentario:
no me digas que dan medallas al buen comportamiento. ve pidiendote una!!
a ver si nos vemos
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