Los últimos días en Montreal estuvieron llenos de cosas buenas y malas. Las malas fueron mucho estrés y cosas inesperadas de última hora, como papeleos en el consulado español (te piden un papel que no te habían dicho cuando preguntaste por teléfono y que no encuentras en casa, vas a A a pedirlo y te mandan a B, vas a B y te mandan a A, finalmente lo consigues, el día después cuando estás mirando papeles viejos te lo encuentras por allí). Las buenas fueron celebrar mi cumple...
... y la cena de despedida...
... y muchos pequeños momentos con la gente más cercana a nosotros.
Salimos el domingo por la noche, el lunes por la mañana llegamos a Viena y nos recogió mi amiga Carmen. Pasamos el día con ella y dormimos en su casa, al mediodía nos vinimos a Linz.
Después de llegar a la residencia (es como un hotel), fuimos a la universidad a decir que había llegado, pero ya no estaban las secretarias y mi jefe ya me había dicho que está esta semana de vacaciones. Así que mañana por la mañana empiezo puntualmente a trabajar, aunque seguramente no haré mucho. También tenemos que arreglar papeles de residencia, buscar cursos de alemán, y pisos de alquiler. Ya iré contando cómo va todo. Ahora, ¡a dormir!
martes, 31 de julio de 2007
martes, 3 de julio de 2007
Tres semanas y media
Ya no me queda casi nada para empezar en Linz... el día 29 salimos de Montreal, el 30 llegamos a Viena, y de allí nos vamos a Linz el mismo día o el día siguiente. La verdad es que ni me entero de que falta poco tiempo porque estas últimas semanas han sido un poco frenéticas. Todavía nos queda empaquetar todo lo que queremos mandar (me asusta ver la cantidad de cosas "irremplazables" que se acumulan en dos años) y hacer mil preparaciones más, aparte de aprovechar el tiempo con amigos y familia. A ver si en un par de semanas (a la vuelta de una semanilla en Cuba) me centro un poco más, que se echa el tiempo encima.
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