lunes, 27 de agosto de 2007

De compras como todos

Cuando uno lleva tres meses y medio de casado, todavía hay muchas cosas nuevas, cosas que haces por priera vez, que sabes que son la primera de muchas, y que sin algunos de esos clásicos momentos no puedes decir que tu matrimonio sea uno como los demás. Para nosotros, uno de esos momentos ha ocurrido el sábado.

Fuimos a IKEA.

Lo de ir ya tenía algo de tela: tranvía de 25 minutos a la estación de tren, tren de 15 minutos al pueblo donde lo han puesto, y un paseo de 3 kilómetros hasta el sitio en cuestión. Allí anduvimos mirando de todo, para hacer una lista de cosas que comprar. En principio, lo que más necesitamos es:
  • Una cama, o sofá cama
  • Una mesa y dos sillas
  • Frigorífico y lavadora
No es que no necesitemos más, porque en el apartamento no hay ni un mueble, salvo fogones y fregadero en la cocina. Pero igual compramos también una segunda tanda de cosas:
  • Armario para tooooda la ropa que tenemos
  • Escritorio y silla, para los ordenadores
  • Sofá, si compramos una cama
Otros lujos como estanterías, una mesa grande, etc. son la tercera etapa. El caso es que no podemos tardar en decidirnos: en principio el jueves vamos a firmar, pagar y nos dan las llaves, y en la residencia sólo hemos pagado hasta el viernes para quedarnos (claro que creo que podemos extenderlo un par de días). Lo bueno es que las cosas que había mandado por barco están ya en Austria, y nos las traerán el viernes, incluyendo cinco sillas plegables y dos sacos de dormir. Pero claro, ni hemos quedado todavía para firmar (y eso me tiene un poco nervioso), ni hemos confirmado que nos traigan las cosas. Malabarismos hasta última hora.

jueves, 23 de agosto de 2007

Vaya semanita

Ufff, estos días han sido bastante agobiantes. Para empezar, Rana fue a preguntar por los papeles para su residencia permanente, que es más complicada que la mía. Le dijeron que necesitaba muchos papeles, y entre ellos un certificado canadiense de que no tiene antecedentes policiales. Este papel es difícil de conseguir, porque hay que buscar un sitio aquí donde te tomen las huellas para mandarlas a Canadá, y hay que pagar a la policía canadiense por el servicio pero no se puede con tarjeta de crédito, etc. Total, se tardan unas cuantas semanas. También se tardan unas cuantas semanas en que procesen los papeles para la residencia. Pero lo peor es que, si se le pasan los tres meses que tiene aquí como turista, tiene que salir del país y no puede volver en otros tres meses. Claro, esto es lo oficial y hay gente que sale un día de la Unión Europea y vuelve al siguiente (desde aquí es muy fácil y barato: tenemos Suiza al lado, y hay vuelos baratos de Austria a Reino Unido). Pero si te pillan, te puedes meter en un buen lío.

Total, que pasamos un día bastante agobiados, intentando hacer lo máximo posible a toda velocidad. Pero fuimos el día siguiente, para arreglar un papel mío que ella necesita, y nos atendió un tipo muy grandote y tranquilo, que nos dijo que no nos preocupáramos por tanto papel ("no te molestes en conseguir el certificado de penales... tu marido está aquí, si se ha casado contigo y te ha traído aquí, seguro que no es porque te persiga la policía"). Lo único que pasa ahora es que necesitamos un papel que se arregla cuando se muda uno, el mismo papel que por el que esperamos un par de semanas al principio, pero que no nos vale porque la residencia de la universidad no cuenta como vivienda fija.

Y el tema del piso también ha sido estresante. Estábamos un poco deprimidos porque no encontrábamos nada bueno, pero esta semana vimos un piso grande en un edificio antiguo, cerca del centro, y al lado del tranvía. Lo peor del piso es que la cocina sólo tiene fogón y fregadero, no hay frigorífico ni armarios ni nada así que tendríamos que comprar todo eso, además del resto de muebles. Encima, el agente nos mandó un email ayer donde nos decía el coste exacto, y no sólo su comisión es un poco más de lo que nos dijo cuando vimos el piso (de 1600 a 1700 euros), sino que hay un impuesto de 260 euros del que no nos había dicho nada. A ver qué nos contesta hoy sobre el tema.

Al menos el trabajo no va mal, la charla que di pareció gustar a los pocos que vinieron, y Josef andaba ayer haciéndome preguntas sobre ella. Pero por unas cosas y otras, ando estresado y lo acaba pagando Rana... MSN a ver si vamos resolviendo las cosas más urgentes, y podemos empezar a disfrutar un poco.

domingo, 19 de agosto de 2007

A trabajar un poco

Pues ya ha pasado la primera semana de trabajo. Y no es que haya hecho mucho, pues echo tiempo mirando pisos. Andamos un poco deprimidillos por el tema, porque no estamos encontrando casi nada, y como ya he dicho seguramente nos clavarán bien. Por otra parte, el papel que estábamos esperando para poder registrarnos como residentes y hacer otras cosas nos ha llegado pero al final no nos vale porque no tenemos residencia permanente (como un piso de alquiler); volveremos a los papeleos cuando nos mudemos.

Hace unos días andaban montando un escenario en la plaza principal ("hauptplatz" en alemán). Ayer salimos a cenar con Juange, el español que anda de visita en la oficina, y vimos lo que había, pero antes paseamos un poco por la orilla del Danubio. Una zona muy tranquila con algunas casas antiguas; una buena manera de vivir a poco del centro, pero muy tranquilo al mismo tiempo.


En la plaza, lo que había era varios puestos con dulces, comida rápida y bebidas, y al mismo tiempo un pequeño concierto en el escenario. En las calles cercanas, lo que es el barrio antiguo, los bares habían sacado mesas, y había muchos puestos donde tomar una copa de vino. También vimos un par de escenarios más, así que había varios conciertos a la vez, como en el gran Festival de Jazz de Montreal. Fuimos al restaurante austriaco donde habíamos estado con los españoles, pero estaba cerrado, así que fuimos a otro también local, y comimos cosas típicas (lo normal aquí es carne): lo mejor ayer fue "wienerschnitzel", filete de cerdo empanado, que Rana pidió y yo rematé.

Poco más hemos hecho estos días. Mañana seguramente haremos el vago, cosa que se nos da cada vez mejor. El martes doy una charla (informal) acerca de las cosas que hice en Montreal. Lo único malo es que no me voy disciplinando para acostarme temprano (he cometido el error de enseñar a Rana a bajarse películas y series de internet, y estamos los dos enganchados a "Arrested development"). Y claro, como yo madrugo, porque a las ocho y media echan en la tele... huy, hay cosas que no se cuentan.

martes, 14 de agosto de 2007

Y a seguir buscando

Ayer por fin me reuní con mi jefe, Josef. Hablamos un poco, y ya tengo una idea general de a lo que me voy a dedicar durante un tiempo. Me he dado cuenta de que tengo que volver a pensarme mi método de trabajo: ir más al grano, no perder mucho tiempo intentando aprender cosas que a lo mejor no hacen falta; y cómo en parte eso viene de sentirse inseguro. Es importante darse cuenta de cómo los sentimientos a veces son los que dan forma a la visión que uno tiene de algo, incluso aunque no parezca que haya sitio para subjetividades. Y es todavía más complicado cuando uno tiene sentimientos que no entiende completamente...

Hoy he ido a una charla, la primera aquí. La ha dado un español que viene de Alcalá, me ha resultado muy interesante, aunque el tema no me pille muy de cerca. Ahora iremos Rana y yo con él a tomar algo.

Y el caso es que todavía no he empezado a trabajar. Ayer anduve buscando cosillas en internet sobre lo que me había contado Josef. Pero hoy me he pasado el día buscando piso. Resulta que las peculiaridades locales no son pocas:
  • Uno puede buscar piso por internet o en periódicos. En ambos casos, casi todos son gestionados por agencias. Eso no sería malo, si no fuera porque el que paga a la agencia es el inquilino: en principio, hasta 3 veces el coste de alquiler.
  • Además del alquiler, hay que pagar unos gastos extra, los "betriebkosten", algo así como gastos de comunidad e impuestos en uno. Pueden ser un pico (más de 100€ mensuales) así que hay que andar pendiente de si van incluidos o no.
  • Además de lo anterior, hay que hacer un depósito cuando te mudas a un piso, que luego te devuelven si no has hecho destrozos. Hasta ahí es normal, pero suelen pedirte también el valor de dos o tres meses de alquiler.
Así que entre pitos y flautas, si pillo un piso de 700€ al mes, igual tengo que depositar 2.000€, y darle otros 2.000€ a la agencia.

Y a todo esto, añadir el problema del idioma. Por lo menos la mayoría de la gente habla alemán cuando llamo, pero algunos no. Había un piso que sí que tenía buena pinta, y Josef ha llamado por mí porque la que ha contestado no me entendía. El jueves iremos, a ver cómo nos arreglamos sin traductor.

Ah por cierto, el miércoles es fiesta, aquí celebran la Ascensión. Se lo dije a Rana por MSN:

David dice:
      btw, wednesday is a holday
Albert Einstein:"It's not that I'm so smart , it's just that I stay with problems longer", Rana dice:
      oh really??
Albert Einstein:"It's not that I'm so smart , it's just that I stay with problems longer", Rana dice:
      .jump he he he he
Albert Einstein:"It's not that I'm so smart , it's just that I stay with problems longer", Rana dice:
      I love this country already

lunes, 13 de agosto de 2007

Buscando piso

Hemos tenido una semana completita. El martes fuimos a un concierto de música clásica, en un patio interior en la zona antigua. Los músicos no eran geniales, pero lo hicieron bien, y la mezcla de música clásica antigua y contemporánea estuvo muy bien.


También hemos celebrado esta semana que ha hecho dos años que empezamos a salir. Aparte de esto no hemos hecho muchas actividades más en la ciudad, pero hemos paseado un poco (menos los últimos días, que ha hecho malo), hecho algunas compras, y, lo más importante, empezado a buscar piso.

Ya teníamos un par de páginas web con anuncios, pero todas en alemán, así que no nos habíamos animado. Pero ya va tocando, que queremos mudarnos a final de mes, así que me puse a buscar los anuncios de pisos de alquiler. Con la ayuda del traductor de Google, en un rato ya me había familiarizado con las palabras clave, y acumulé unos cuantos anuncios en el ordenador.

Un compañero muy majete llamado Georg, que me ha ido aconsejando estos días sobre varias cosas, me dijo que comprara el periódico el sábado y llamara por teléfono, porque los apartamentos buenos no duran mucho. Así que eso hicimos. En varios casos, la conversación fue:

Yo (en alemán sacado de Google): Buenos días. No hablo alemán, ¿habla usted inglés?
Respuesta: Nein...
Yo (en alemán): Gracias. ¡Hasta luego!

Pero un par contestaron que sí, y quedamos en ir a ver uno por la tarde. La zona estaba muy bien, al lado del Danubio (por ahí está la parte vieja, hay restaurantes, etc.) y del tranvía, con lo que para mí serían 20 minutos de casa al trabajo. Además, el piso, reformado en un edificio antiguo, era grandísimo, con dos dormitorios donde cabían ¡cinco o seis camas de matrimonio en cada uno! Pero claro, era bastante caro. Hemos hecho números, y cuando Rana trabaje no tendremos ningún problema, pero no queremos pagar mucho por algo que no necesitamos. En fin, al menos nos quedamos con la buena impresión de que el primero que vemos no es un piso de esos nuevos, pequeñitos e impersonales.

Mañana lunes vuelve mi jefe de vacaciones, así que supongo que empezaremos ya por fin en serio. Claro que yo andaré llamando y yendo a ver pisos, así que los primeros días ya veremos cómo vamos.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Aquí vivo, aquí trabajo

Aquí os pongo un vídeo del apartamento donde vivimos por ahora, hasta que encontremos un piso a nuestro gusto. Si no os funciona, podéis bajarlo aquí (5.3 MB).


Está bien tener dos partes separadas. El baño es curioso, se siente uno como en un submarino o algo así.

Por otra parte, mi oficina está cerca: la foto está tomada en el apartamento, trabajo en el edificio amarillo del fondo.


La entrada al edificio es un poco chunga, porque andan de obras (por suerte no hacen apenas ruido).


Y aquí nuestras oficinas. Mi mesa, al fondo a la izquierda.

lunes, 6 de agosto de 2007

El primer finde

El viernes por la noche fuimos de cena con un grupo de españoles, que al parecer se reúnen todos los meses, y con los que entré en contacto por Domingo. Lo pasamos muy bien, cómo no fuimos los más ruidosos del restaurante, y acabamos a las tantas (Rana y yo nos fuimos a casa, los demás siguieron la fiesta).

El sábado nos lo tomamos con calma, en casa viendo películas y con el ordenador. Se nota que nos falta energía, supongo que porque cuesta eso de no tener a nadie aquí ni mucho que hacer.

Ayer sí que salimos, fuimos por segundo día al centro, con intención de pasear y de ir viendo cómo es la ciudad, también de cara a ver zonas para alquilar pisos. Vimos chavales con bufandas del equipo de fútbol local, jugaban ayer aquí por lo que parece. Estábamos en un parque al lado del río y vimos un montón de policías con uniformes antidisturbios, no sabíamos por qué. Luego vimos que llegaba un barco cargado de gente cantando: hinchas del equipo visitante. Parecían pasárselo bien. Y de repente, alrededor nuestro empiezan a pasar chavales del equipo local, algunos cubriéndose la cara, y cantando y gritando. O sea: se avecinaba una batalla entre aficionados, con policía y todo, y nosotros allí en el medio. Nos fuimos y seguimos paseando.

Hoy hemos ido al banco por fin, a abrir una cuenta. De nuevo, un sistema diferente: aquí pagamos una cuota cada tres meses por tener la cuenta, una tarjeta de débito, una VISA, acceso por internet, etc. En otro banco que miramos, te cobran prácticamente por cada cosa que hagas. Total, que nadie te quita gastarte un dinerillo regularmente. Ahora sólo falta que me paguen, he escrito a una de las dos secretarias preguntando por eso y no me han dicho nada todavía.

Mi jefe viene el lunes que viene según me ha dicho, así que tengo todavía una semana más de tranquilidad en el curro.

jueves, 2 de agosto de 2007

Primeros días

Ayer fui a la universidad a presentarme, y una secretaria me dio una lista de cosas por hacer (abrir una cuenta en el banco, conseguir mi tarjeta de la universidad, etc.). Dediqué la mañana a ir enterándome. Lo único malo fue que no me encontraran en el sistema informático cuando fui a por la tarjeta... pesadillas de tiempos pasados reverberaron en mi mente. Volví a la residencia a buscar a Rana, fuimos a comer, y luego cogimos el tranvía para ir a la otra parte de la ciudad (el Danubio pasa a través de Linz, y nosotros estamos en la parte norte, la más pequeña, donde también está la universidad). Dimos un paseo por allí hasta la vuelta para la cena. Un sitio bonito y tranquilo aparentemente, lo único por lo que quejarme es que no hace mucho calor, parece que no es habitual llegar a los 30 grados.




Hoy hemos venido Rana y yo a mi despacho, y resulta que un buen amigo, al que yo ubicaba en Linz pero de viaje por ahí, resulta que estaba en el edificio de al lado.


Además, hemos conocido a una chica española que está haciendo aquí el doctorado, y mañana iremos de cena con un grupo de españoles. No hemos tardado mucho en empezar a hacer vida social.